« De Manolete se han dicho majaderías»
Entrevista a Carmen Esteban, Periodista
Entrevista a Carmen Esteban, Periodista
¿Qué le motivó para escribir éste libro?
El motor de este libro fue la editorial Espasa-Calpe que me lo encargó. Yo éste libro ya lo tenía en la cabeza ya que, como mucha gente de mi entorno sabe, soy una experta en la vida de Manolete, lo de los amores es posterior. Desde siempre he guardado muchísima documentación, papeles, recortes de periódicos, etc…y ahora han dado su fruto con la edición de éste libro.
El motor de este libro fue la editorial Espasa-Calpe que me lo encargó. Yo éste libro ya lo tenía en la cabeza ya que, como mucha gente de mi entorno sabe, soy una experta en la vida de Manolete, lo de los amores es posterior. Desde siempre he guardado muchísima documentación, papeles, recortes de periódicos, etc…y ahora han dado su fruto con la edición de éste libro.
¿Cuánto tiempo ha tardado en recopilar dicha documentación?
He ido recogiéndola desde niña pero he tardado cuatro meses en escribir la obra, han sido jornadas muy duras ya que tenía miedo de enfrentarme a ella. Pasé dos meses con una paranoia horrorosa, lo empecé un 22 de mayo y el 21 de septiembre lo entregué sin correcciones, posteriormente llegaron las correcciones.
¿Porqué contar lo que se sabía o suponía sobre Manolete?
Ese material ha estado oculto hasta los años setenta, creo que esto lo contesta todo. De Manolete se han dicho terribles majaderías, como que descabellaba a personas para entrenar, eso no se lo cree nadie. Todos estos comentarios salieron cuando él ya no se podía defender, cuando murió, el régimen quería hacerlo un hombre extremado y un hombre que no correspondía con la realidad. Fue un hombre liberal, de su época.
¿Qué debería haber contado y no lo ha hecho?
Que no pronunciaba la “r”.
¿Piensa, a través de los datos de los que dispone, que su muerte fue una negligencia?
Sí, claro, su muerte fue un error médico. El plasma que le pusieron a Manolete procedía de una partida que había llegado de Noruega a Cádiz, después del acto terrorista de los de izquierdas que sucedió en el barrio de San Severiano en el que estalló un barco el 18 de agosto, quisieron hacer creer que fue un sabotaje. Ese plasma ya había dado problemas en Cádiz y una pequeña partida se envió a Jaén, de donde lo recogió Álvaro Domecq, a esto se opone Fernando Garrido, médico de Linares, el doctor Julio Corzo, médico de Úbeda y por supuesto Tamames, es Luis Jiménez Guinea, médico de cabecera de Manolete el que insiste.
¿La película que se ha rodado es fiel al contenido de su libro?
No soy partidaria de descalificar el trabajo de nadie, y menos de lo que me atañe, pero creo que la película no lo va a reflejar muy bien, y me baso en una cosa: el director de la película, Menno Meyjes, es extranjero y creo que no ha estado bien asesorado, por ejemplo vistiendo a Adrien Brody, que hace de Manolete, de grana y oro, cuando sabemos que Manolete odiaba el color grana, jamás se puso nada de éste tono. Sé que ha estado asesorado por Espartaco que realmente no se que puede aportar respecto a la vida de Manolete. Creo que es una película demasiado recreada en la faceta terminal de Manolete, su alcoholismo y su problema con las drogas.
«Me aconsejaron no meterme con el Régimen»
Francisco Cano «Canito», Fotógrafo
¿Cómo vivió aquella trágica?
Tuve la suerte y la desgracia de presenciar la muerte de Manolete. Aquella tarde pasé a visitarle a su habitación en el hotel en que también yo me hospedaba. Era un encanto de persona, sencilla, amable y respetuosa, aunque la verdad es que anímicamente no estaba bien porque siempre andaba con problemas familiares, buena parte de ellos debido a la relación amorosa que mantenía con Lupe Sino, y que a la madre del torero, doña Angustias, no le gustaba para nada.
¿Qué paso aquella fatídica tarde?
Toreaban Manolete, Gitanillo de Triana y Luis Miguel Dominguín, en cuya casa yo me había criado. Esa tarde fui a Linares ya que tenía que cobrarle a Dominguín un reportaje fotográfico, si no hubiera sido por esto yo no hubiera estado allí.
Manolete, en vez de entrar a matar a la suerte natural entró a la suerte contraria y muy despacio, le empitonó en el muslo y cuando abrió las piernas comenzó a sangrar abundantemente. Posteriormente, en la enfermería ayude al maestro en lo que pude, pero había demasiada gente, basta decir que la primera vez que le dejaron sobre la cama se cayó al suelo porque el lecho no tenía el fleje preparado y le tuvieron que trasladar a otro. Yo tenía la ropa de Manolete en las manos, la primera transfusión que le hicieron fue sangre el cabo de la Policía Local, luego la de González Parrao que iba a debutar con él en Madrid y yo me quedé con la goma para la transfusión puesta ya que en aquel momento llegó el plasma. Me puse muy malo y me tuve que ir a la habitación, pero antes le dije a Jesús, el mozo de espadas de Domingo Ortega que cuando se fuera Manolete estoy justo en la de arriba, encima de la de él, a los diez minutos me llamaron que ya había muerto. Salí corriendo y le hice fotos, con el pañuelo puesto y sin él, en ese momento oí un goteo, miré debajo de la cama y había una cuña a la que caía la sangre que había traspasado el colchón, yo no digo nada.
¿Y las instantáneas que recogió?
Cuando murió Manolete me citó Lupe Sino para comprarme las fotos que yo había sacado pero le dije que no las vendía. Al llegar a Madrid me estaban esperando muchísimos periodistas, ya que yo era el único que tenía las fotos de aquella cogida mortal. Tuve mucha presión por el Régimen, echaron unas octavillas para toda la prensa del movimiento prohibiendo publicar cualquier cosa sobre Manolete. Puse esto en manos de un abogado, Berbell Cano, del Fénix Español uno de los mejores pero que era demasiado rojo, a esto comenzó todo el mundo a decirme que meterme con el régimen me iba a traer la ruina, tu estas bien colocado como fotógrafo, la gete te quiere y sabes quien eres, no te metas con ellos. Total me fui a ver a el abogado y le dije; señor Berbell lo boy a dejar. Me costo pagarle sus honorarios veinte y cinco mil pesetas de entonces. Y las tuve que publicar el los años setenta.
¿Cuánto cobro y quedan fotos inéditas?
Boy sacando fotos de una baza que tengo, saco lo que puedo para exposiciones y puede que haya alguna…
¿Qué piensa sobre la película?
-No pienso ir a verla. No nos han preguntado nada a los que conocíamos personalmente a Manolete. Esto me parece mal ya que creo que es de incultos y de estar mal informados. ¿Qué van a decir sobre su vida y sus amores sin tener información fiable?
Morety
Francisco Cano «Canito», Fotógrafo
¿Cómo vivió aquella trágica?
Tuve la suerte y la desgracia de presenciar la muerte de Manolete. Aquella tarde pasé a visitarle a su habitación en el hotel en que también yo me hospedaba. Era un encanto de persona, sencilla, amable y respetuosa, aunque la verdad es que anímicamente no estaba bien porque siempre andaba con problemas familiares, buena parte de ellos debido a la relación amorosa que mantenía con Lupe Sino, y que a la madre del torero, doña Angustias, no le gustaba para nada.
¿Qué paso aquella fatídica tarde?
Toreaban Manolete, Gitanillo de Triana y Luis Miguel Dominguín, en cuya casa yo me había criado. Esa tarde fui a Linares ya que tenía que cobrarle a Dominguín un reportaje fotográfico, si no hubiera sido por esto yo no hubiera estado allí.
Manolete, en vez de entrar a matar a la suerte natural entró a la suerte contraria y muy despacio, le empitonó en el muslo y cuando abrió las piernas comenzó a sangrar abundantemente. Posteriormente, en la enfermería ayude al maestro en lo que pude, pero había demasiada gente, basta decir que la primera vez que le dejaron sobre la cama se cayó al suelo porque el lecho no tenía el fleje preparado y le tuvieron que trasladar a otro. Yo tenía la ropa de Manolete en las manos, la primera transfusión que le hicieron fue sangre el cabo de la Policía Local, luego la de González Parrao que iba a debutar con él en Madrid y yo me quedé con la goma para la transfusión puesta ya que en aquel momento llegó el plasma. Me puse muy malo y me tuve que ir a la habitación, pero antes le dije a Jesús, el mozo de espadas de Domingo Ortega que cuando se fuera Manolete estoy justo en la de arriba, encima de la de él, a los diez minutos me llamaron que ya había muerto. Salí corriendo y le hice fotos, con el pañuelo puesto y sin él, en ese momento oí un goteo, miré debajo de la cama y había una cuña a la que caía la sangre que había traspasado el colchón, yo no digo nada.
¿Y las instantáneas que recogió?
Cuando murió Manolete me citó Lupe Sino para comprarme las fotos que yo había sacado pero le dije que no las vendía. Al llegar a Madrid me estaban esperando muchísimos periodistas, ya que yo era el único que tenía las fotos de aquella cogida mortal. Tuve mucha presión por el Régimen, echaron unas octavillas para toda la prensa del movimiento prohibiendo publicar cualquier cosa sobre Manolete. Puse esto en manos de un abogado, Berbell Cano, del Fénix Español uno de los mejores pero que era demasiado rojo, a esto comenzó todo el mundo a decirme que meterme con el régimen me iba a traer la ruina, tu estas bien colocado como fotógrafo, la gete te quiere y sabes quien eres, no te metas con ellos. Total me fui a ver a el abogado y le dije; señor Berbell lo boy a dejar. Me costo pagarle sus honorarios veinte y cinco mil pesetas de entonces. Y las tuve que publicar el los años setenta.
¿Cuánto cobro y quedan fotos inéditas?
Boy sacando fotos de una baza que tengo, saco lo que puedo para exposiciones y puede que haya alguna…
¿Qué piensa sobre la película?
-No pienso ir a verla. No nos han preguntado nada a los que conocíamos personalmente a Manolete. Esto me parece mal ya que creo que es de incultos y de estar mal informados. ¿Qué van a decir sobre su vida y sus amores sin tener información fiable?
Morety
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